1er Bonus Track - Cómo Transformar Empresas de Servicios, con Agile, Scrum y TOC

Más Allá de las Restricciones: el Factor Humano en la Teoría de Restricciones

En la conferencia «Above and Beyond the Competition», Eli Goldratt explicó que, para superar las barreras del crecimiento empresarial, primero debemos entender a las personas que conforman la organización.

Cuando pensamos en restricciones en la empresa, solemos imaginar máquinas ineficientes, procesos lentos o cuellos de botella operativos. Pero ¿y si las mayores limitaciones no estuvieran en la tecnología, sino en las personas?

El problema real no es la máquina que tarda en producir, sino la decisión que retrasa la asignación de recursos. El cuello de botella no es el software antiguo, sino la resistencia al cambio de quienes lo usan. El retraso en la entrega no es solo logístico, sino la falta de comunicación entre equipos.

1. La restricción humana: el mayor desafío

¿Alguna vez has sentido que el mayor obstáculo en tu trabajo no es la tecnología, sino las decisiones que se toman a su alrededor?

En la Teoría de Restricciones (TOC), identificamos el punto que limita el rendimiento del sistema. En muchos casos, ese punto no es una máquina, sino un comportamiento humano. Los bloqueos en la comunicación, la falta de claridad en los objetivos y la resistencia al cambio pueden ser incluso más perjudiciales que una deficiencia técnica.

En Agile y Scrum, este concepto se aborda mediante la transparencia, la inspección y la adaptación. En lugar de ignorar las restricciones humanas, estas metodologías promueven una cultura de trabajo donde se detectan los bloqueos y se resuelven de forma iterativa. Las reuniones diarias (Daily Scrum), las retrospectivas y la entrega incremental ayudan a minimizar los obstáculos que impiden el flujo de trabajo.

Algunas de las restricciones humanas más comunes en las empresas incluyen:

  • El miedo al cambio: muchas empresas fracasan en su transformación porque las personas temen perder su estabilidad o estatus. Todos hemos visto situaciones donde alguien se resiste a una nueva herramienta o proceso, no porque sea peor, sino por el temor a lo desconocido. Este miedo frena la mejora y debe ser gestionado con empatía y estrategias adecuadas. En el libro, ya hemos dedicado un punto específico a este tema, destacando su importancia y cómo superarlo. En Agile, este miedo se combate con la entrega continua de valor y la mejora iterativa.
  • Las decisiones políticas internas: procesos ineficientes se mantienen solo porque «siempre se ha hecho así». Scrum aborda esto mediante la autoorganización del equipo y la eliminación de burocracias innecesarias.
  • La falta de confianza en los equipos: sin liderazgo basado en la confianza, ninguna estrategia de optimización funcionará. En Agile, el liderazgo es más colaborativo, con Product Owners y Scrum Masters que facilitan el éxito del equipo en lugar de imponer decisiones

Ejemplo: En una empresa de servicios de mantenimiento, los técnicos no podían resolver ciertos tickets sin la aprobación de un supervisor. Esto generaba retrasos de hasta 48 horas. ¿El problema? El supervisor no confiaba en su equipo para tomar decisiones.

Solución: Se implementó un sistema basado en Scrum, donde los técnicos participaban en reuniones diarias para reportar incidencias y recibir apoyo inmediato en la toma de decisiones. Como resultado, el tiempo de resolución se redujo en un 60 %, los técnicos adquirieron más autonomía y el supervisor pudo enfocarse en tareas estratégicas en lugar de actuar como un cuello de botella.

2. Liderar no es dar órdenes, es liberar restricciones

¿Cuántas veces has trabajado con un jefe que te decía exactamente qué hacer en lugar de ayudarte a encontrar la mejor solución?

Goldratt decía: «El verdadero liderazgo no está en dictar soluciones, sino en hacer las preguntas correctas para que otros descubran la respuesta.»

El liderazgo tradicional basado en el control centralizado limita la creatividad y la autonomía del equipo. Un buen líder no impone soluciones, sino que elimina las barreras que impiden el progreso del equipo, facilitando su crecimiento y empoderamiento. El liderazgo basado en preguntas permite que el equipo se apropie del problema y de la solución, en lugar de recibir órdenes que no comprenden ni comparten.

2.1. La importancia de la claridad en los objetivos

Uno de los errores más comunes en las organizaciones es la falta de claridad en los objetivos. Cuando los equipos no tienen una dirección clara, trabajan en múltiples tareas sin entender cuál es realmente prioritaria. Goldratt enfatizaba que las empresas no fracasan por falta de esfuerzo, sino por la falta de alineación en sus metas.

Principios clave para garantizar claridad en los objetivos:

  • Definir prioridades claras y comunicarlas de forma sencilla y efectiva.
  • Asegurar que cada miembro del equipo entienda cómo su trabajo contribuye al objetivo global.
  • Reducir la dispersión de esfuerzos, enfocándose en lo que realmente genera impacto.

Ejemplo real: En una empresa de logística, los empleados se quejaban de la sobrecarga de trabajo. Tras analizar la situación, se descubrió que muchos proyectos no estaban alineados con la meta principal de mejorar los tiempos de entrega.

Resultado: Al redefinir objetivos claros y priorizar solo lo esencial, el desempeño del equipo mejoró significativamente.

2.2. La conexión entre TOC, Agile y Scrum

Agile y Scrum comparten con TOC la idea de que el flujo de trabajo debe ser continuo y optimizado. Mientras que TOC se enfoca en identificar la restricción principal y eliminarla, Agile y Scrum abogan por iteraciones cortas, retroalimentación constante y autonomía del equipo para adaptarse rápidamente a los cambios.

Principios clave de Agile y Scrum en la optimización del flujo:

  • Dividir el trabajo en pequeñas entregas funcionales y medibles.
  • Promover la autoorganización del equipo para eliminar dependencias innecesarias.
  • Revisar y ajustar procesos de manera iterativa para mejorar continuamente.

Ejemplo real: Un equipo de desarrollo de software aplicó TOC para detectar que el cuello de botella estaba en la revisión de código. Integrando Scrum, establecieron revisiones en cada iteración en lugar de esperar al final del ciclo,

Resultado: se redujo los tiempos de entrega en un 50 % y mejoró la calidad del producto.

2.3. Construcción de equipos efectivos y alineados

Un líder que se arremanga e interviene en el trabajo operativo cuando su equipo lo tiene como referencia, inspira más confianza y respeto que uno que solo da órdenes.

Goldratt enfatizaba que un equipo bien alineado no es solo un grupo de personas con habilidades técnicas, sino un grupo con objetivos compartidos y una comprensión común de las restricciones. La falta de alineación en la visión y en la manera de resolver problemas es una de las causas principales de la ineficiencia.

Principios clave para construir equipos efectivos:

  • Definir una visión compartida del equipo.
  • Asegurar que todos comprendan la restricción actual y trabajen en su eliminación.
  • Fomentar la colaboración interdepartamental en lugar de trabajar en silos.

Ejemplo: En una empresa de servicios de TI, los desarrolladores y el equipo de soporte trabajaban por separado, lo que generaba retrasos en la resolución de problemas. Implementaron reuniones conjuntas para alinear prioridades y establecer flujos de comunicación más eficientes.

Resultado: los tiempos de respuesta disminuyeron un 40 % y la satisfacción del cliente aumentó significativamente.

2.4. La motivación y el reconocimiento en los equipos

Goldratt insistía en que las personas no trabajan mejor porque se les exija más, sino porque encuentran propósito en lo que hacen. En TOC, Agile y Scrum, la motivación del equipo es clave para que el trabajo fluya de manera óptima.

Claves para aumentar la motivación y el compromiso:

  • Dar autonomía a los equipos para tomar decisiones sobre su trabajo.
  • Celebrar avances pequeños, alineados con la eliminación de restricciones.
  • Establecer mecanismos de reconocimiento dentro del equipo para valorar la mejora continua.

Ejemplo: En una empresa de tecnología, el equipo de desarrollo comenzó a aplicar retrospectivas enfocadas en reconocer los logros individuales y colectivos.

Resultado: Al implementar esta práctica, la moral del equipo mejoró significativamente y la velocidad de entrega aumentó en un 30 % debido a un mayor compromiso con los objetivos del proyecto.

2.5. Medir el éxito por la mejora del flujo, no por la carga de trabajo

Goldratt destacaba que la productividad de un equipo no debe medirse por la cantidad de tareas que completan, sino por cómo fluye el trabajo y qué impacto tiene en los resultados finales. Un equipo sobrecargado no es necesariamente productivo si las tareas no contribuyen al objetivo global.

Este enfoque demuestra que la eficiencia no se logra trabajando más horas, sino mejorando la manera en que fluye el trabajo dentro del equipo. En Agile, la eficiencia no se mide por la cantidad de historias de usuario completadas, sino por la entrega continua de valor y la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios.

3 Ejemplos prácticos y estrategias clave

Para aplicar estos conceptos en la gestión diaria, es clave contar con estrategias efectivas que permitan minimizar las restricciones humanas y mejorar la eficiencia de los equipos. A continuación, presento algunas estrategias clave basadas en TOC, Agile y Scrum que pueden marcar la diferencia en la operativa de cualquier organización:

3.1 Implementar reuniones conjuntas entre departamentos

Uno de los mayores problemas en las empresas es la falta de alineación entre equipos y departamentos. Los silos organizacionales generan desconexión y retrasos en la toma de decisiones. Para combatir esto, se deben fomentar reuniones conjuntas donde las distintas áreas compartan sus prioridades y objetivos, promoviendo la transparencia y la colaboración.

Ejemplo: Una empresa de desarrollo de software tenía problemas porque el equipo de soporte no se comunicaba con los desarrolladores. Se implementaron reuniones conjuntas semanales entre ambos equipos, utilizando un enfoque Scrum con reuniones de sincronización.

Resultado: se redujeron los tiempos de resolución de incidencias en un 40 % y se incrementó la satisfacción del cliente.

3.2 Reducir la burocracia mediante la delegación de decisiones y la autonomía de los equipos

En muchas organizaciones, las decisiones pasan por múltiples niveles jerárquicos antes de ser aprobadas, lo que genera retrasos innecesarios. Scrum y Agile abogan por empoderar a los equipos, permitiéndoles tomar decisiones dentro de un marco claro de objetivos.

Ejemplo: En una empresa de logística, los gerentes debían aprobar cada solicitud de cambio de ruta, lo que generaba demoras y pérdidas económicas. Se implementó un sistema de autonomía progresiva, donde los equipos podían decidir sobre cambios en rutas dentro de ciertos parámetros.

Resultado: se redujo el tiempo de toma de decisiones en un 60 % y se optimizó el uso de recursos logísticos.

3.3 Promover la mejora continua con retrospectivas y ajustes iterativos en procesos clave

La mejora continua es un pilar fundamental en TOC, Agile y Scrum. Las retrospectivas permiten analizar qué funciona, qué se puede mejorar y cómo iterar para optimizar procesos. Este enfoque reduce las restricciones y fomenta la adaptación constante a nuevas realidades del negocio.

Ejemplo: Un equipo de atención al cliente detectó que los tiempos de respuesta eran inconsistentes. Se implementaron reuniones retrospectivas quincenales basadas en Agile para analizar los datos y proponer ajustes en la distribución de tareas.

Resultado: se redujo el tiempo de respuesta en un 30 % y se incrementó la satisfacción del cliente.
En conclusión, la aplicación de estrategias concretas como la comunicación interdepartamental, la reducción de burocracia y la mejora continua permite eliminar restricciones humanas, fortalecer la autonomía de los equipos y optimizar el flujo de trabajo.

4. Conclusión

El cambio en una organización no sucede solo por mejorar procesos o aplicar metodologías; sucede cuando las personas encuentran sentido a lo que hacen y tienen el espacio para dar lo mejor de sí mismas. Goldratt nos mostró que las mayores restricciones no están en los sistemas, sino en las personas y en la forma en que colaboramos. Scrum y Agile refuerzan esta visión al enfocarse en la inspección, la adaptación y la mejora continua, pero ninguna metodología funcionará sin un liderazgo que impulse el cambio desde la confianza y la claridad.

Si algo queda demostrado es que el liderazgo no consiste en dar órdenes, sino en liberar restricciones y potenciar el talento humano. Un líder no es quien tiene todas las respuestas, sino quien sabe hacer las preguntas correctas. Algunas preguntas que pueden transformar un equipo son:

¿Qué obstáculos enfrentamos hoy que nos impiden avanzar?
¿Cómo podemos hacer nuestro trabajo más fluido y satisfactorio?
Si tuvieras plena autonomía, ¿qué harías diferente?
¿Qué necesitarías para sentirte más seguro/a en la toma de decisiones?

4.1 Caso práctico: Una transformación humana en un equipo

En una empresa de desarrollo de software, el equipo vivía frustrado. Las decisiones importantes debían pasar por demasiados niveles jerárquicos y, cuando finalmente se aprobaban, ya no eran relevantes. La moral estaba baja y los empleados sentían que su trabajo carecía de impacto real.

El líder del equipo, en lugar de imponer cambios, decidió aplicar un enfoque basado en preguntas. En cada reunión, en lugar de decir qué hacer, preguntaba: “¿Qué está bloqueando nuestro trabajo?” “¿Cómo podríamos cambiar esto?” “Si no existieran restricciones políticas, ¿qué decisión tomaríamos?”

El equipo, poco a poco, empezó a proponer soluciones y a experimentar con su autonomía. Se implementaron reuniones diarias cortas para identificar problemas en tiempo real y un sistema de autoaprobación para tareas de menor riesgo. El resultado fue impresionante: el equipo pasó de tomar el 20 % de las decisiones a tomar el 80 % en seis meses, reduciendo los tiempos de espera y aumentando la satisfacción de los empleados.

Este no fue solo un cambio en los procesos, sino en la confianza y en la forma en que las personas se relacionaban en el equipo. La verdadera transformación ocurrió cuando dejaron de ver al líder como un supervisor y lo empezaron a ver como un facilitador.

4.2 Reflexión final: El cambio empieza en el líder

Un líder no cambia a su equipo con discursos o reglas nuevas, sino cambiando la forma en que interactúa con ellos. La autonomía, la confianza y la claridad de objetivos son pilares fundamentales en este enfoque.

Puntos clave a recordar:

Eliminar restricciones es la base de la mejora continua. No basta con optimizar procesos individuales, sino que hay que identificar qué impide que todo el sistema avance.

El liderazgo efectivo no impone soluciones, sino que facilita el aprendizaje y la toma de decisiones. Hacer las preguntas adecuadas puede transformar un equipo estancado en un equipo de alto rendimiento.

La autonomía y la confianza son claves para la eficiencia. Equipos que toman decisiones sin bloqueos innecesarios son más rápidos, más motivados y más productivos.

El cambio no es un evento único, sino un proceso constante. Al igual que en Scrum, donde cada Sprint es una oportunidad de mejora, las organizaciones deben adoptar una mentalidad de evolución continua.

Si queremos organizaciones más ágiles, eficientes y con equipos realmente motivados, debemos abandonar la microgestión y centrarnos en identificar y eliminar las restricciones que frenan el progreso. La transformación no ocurre con más esfuerzo, sino con mejor enfoque y liderazgo basado en preguntas, colaboración y aprendizaje continuo.